El Papa Benedicto XVI pasa sus vacaciones en Castelgandolfo, la residencia estiva del Vaticano ubicada a 20 kilómetros al sur de Roma, entre paseos en la naturaleza y la escritura de un libro sobre Jesucristo.

El diario de la Sede Apostólica, L’Osservatore Romano, reveló algunos detalles del periodo de reposo de Joseph Ratzinger, el cual incluye un tiempo de trabajo más intenso y reflexivo, con un espacio mayor para la meditación, la lectura personal y la distensión.

Agregó que el obispo de Roma ha dedicado parte de su tiempo a la escritura del tercer y último tomo de su obra titulada “Jesús de Nazaret”, dedicada a un análisis de los evangelios sobre la infancia de Cristo.

Además ha reflexionado sobre un tema que le interesa particularmente: la fe, a la cual podría dedicar en 2012 un año especial, en coincidencia con el 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II (11 de octubre de 1962).

“Los días (del Papa) transcurren ordenados, según un horario ligeramente anticipado respecto al habitual, con paseos durante las tardes, el rezo del rosario con el secretario particular y los colaboradores más cercanos”, indicó el periódico.

“No faltaron algunos empeños habituales como los encuentros de trabajo con el cardenal secretario de Estado y otros prelados, o la audiencia con el primer ministro de Malasia el lunes pasado”, agregó.

Estableció que, para la ocasión, muchos los papeles y los libros han sido trasladados desde El Vaticano, sobre todo con miras a los próximos viajes papales a Madrid (agosto) y a Alemania (septiembre).

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