2019. AL ENCUENTRO DE MARIA EN LOURDES. Del 1 al 4 de mayo

La Parroquia, éste año, a través de la Hermandad del Santo Cristo y La Dolorosa, ha realizado la tradicional peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de Lourdes.

El grupo compuesto por 45 personas, entre los que se encontraba nuestro Vicario Parroquial D. Daniel como agregado de pastoral y como conductor Ramón, que como es habitual nos transportó estupendamente, estuvo siempre muy animado y con ganas de llegar a la Gruta.

El miércoles, 1 de mayo, tras celebrar la Eucaristía en la Parroquia a las siete de la mañana, salimos hacia Irún, donde almorzamos junto a la frontera con Francia.

A las seis y media de la tarde, llegamos al Hotel Paradis, de Lourdes, donde nos alojamos y cenamos prontito como es costumbre por esos lares.

A las 21,00 h. nos fuimos todos juntos al Rosario de las Velas, con fuerte viento que las apagaba.

El día 2, jueves, amaneció lluvioso, pero a las nueve y media en que iniciamos el Vía Crucis, hizo bueno y pudimos rezarlo con recogimiento, tras lo cual celebramos la Santa Misa en la Capilla de San Gabriel, a las once.

Tras el almuerzo, nos fuimos a la Basílica Subterránea de San Pio X, para asistir a las cinco de la tarde , con devoción, a la Bendición de Enfermos con el Santísimo.

Muchos de los asistentes, como había tiempo y era su primera visita a Lourdes, pudieron conocer los lugares donde vivió Santa Bernadette.

A las 21,00 h. pudimos asistir otra vez, todos juntos al Rosario de las Velas, con mejor noche y gran entusiasmo.

El viernes 3, volvió a tocar lluvia y asistimos a la Santa Misa en la Capilla de San Patrick, a las once. Desde allí nos trasladamos a la zona de las velas para ofrecer el Cirio parroquial en un entrañable acto, donde se leyó una poesía escrita hace años por el padre de Pepe Rubí, que resultó muy emocionante.

Tras el almuerzo en el hotel, partimos en dirección a España, donde entramos por el túnel de Bielsa, tras disfrutar del paisaje nevado de la parte francesa, y llegamos al Hotel Rey Sancho Ramírez, en Barbastro, para cenar y dormir.

Amaneció el sábado 4, con un sol radiante y a las 10,30 h. en TORRECIUDAD, asistimos a una proyección de presentación del Santuario, visitamos el Museo de las Vírgenes, donde vimos nuestro cuadro y a las once, tuvimos el privilegio de celebrar la Eucaristía en el Altar Mayor, lo que causó mucha emoción en los asistentes.

A las 13,30 h. almorzamos en el Restaurante Hermanos Cantín, de Barbastro y a las tres y media acometimos la etapa final de la peregrinación.

Llegamos a Torrelodones sobre las nueve y media, habiendo intervenido varios peregrinos en el autobús, para manifestar su opinión del viaje, siendo todo elogios, felicitaciones y muestras de gran satisfacción por los logros alcanzados en esta visita Mariana.

En medio de maletas, troleis y garrafas de agua, nos despedimos hasta la próxima ocasión.