Aula de Actualidad: La vida como una aventura
El lunes 16 de noviembre de 2015, el Ilmo. Sr. D. César Pérez de Tudela, nos ofreció sus experiencias en la montaña y en la vida.
Nacido en Madrid el 16 de junio de 1940, su gran afición es el alpinismo al que está dedicado desde los años cincuenta.
Desde el año 2004 es académico de la Real Academia de Doctores de España; es Doctor en Ciencias de la Información, Licenciado en Derecho, de la misma promoción que el rey D. Juan Carlos I. Es campeón nacional de Esquí de Fondo, fundador y director de la revista “Chorten”, corresponsal de guerra en Vietnam, candidato al Congreso de Diputados, director de entidades y programas relacionados con la montaña, precursor de las unidades de rescate de la Guardia Civil y Bomberos, etc.…
Está en posesión de la Cruz Blanca del Merito Policial, Cruz de Plata de Merito de la Guardia Civil, Medalla de Oro al Montañismo, Medalla de Oro de la Real Orden del Merito Deportivo y muchas más.
Es posiblemente el alpinista más conocido de España, autor de más de treinta libros, fue Comisario de Policía, también ganó un concurso de TVE presentado por José Luis Pecker: “Las Diez de últimas”, donde demostró su total conocimiento sobre la montaña.
Con su tono coloquial y directo, nos contó sus ilusiones y miedos en las escaladas; siempre ha subido “por delante de la cuerda”, es decir que ha sido el que abre camino a la cordada.
Mostró fotografías de sus ascensiones, entre ellas a todos los picos españoles, como Los Galallos, en Gredos, Cazorla, Naranjo de Bulnes en invierno, etc. y a grandes picos de todo el mundo, como: Atlas, Andes, Patagonia, Cáucaso, Himalaya, Hindu Kush, donde falleció su primera esposa en 1971.
Ha subido cuatro veces al Aconcagua, dos de ellas en solitario. Ha sufrido dos infartos en plena montaña, en 1992 en el Everest y en 1997 en Gulab Kangri (Tibet) y además ha superado un cáncer.
Declara que la montaña es una metáfora de la vida, todo es una carrera de obstáculos que hay que superar, en las escaladas más difíciles se llena uno de alegría al llegar a la cima, tras superar grandes peligros, al igual que en la vida que tras afrontar dificultades se alcanza la felicidad buscada.
Para él la aventura es algo que no se sabe como va a acabar y en la vida sucede lo mismo.
No obstante su “mayoría de edad” cronológica (75 años), sigue escalando y su espíritu está dispuesto para vivir la grandiosa aventura de la montaña, buscando la verdad en las cimas, como el dice:
“…. persiguiendo el misterio de mi mismo, todavía no se quien soy, o verdaderamente lo que soy: alpinista, explorador, deportista escalador, artista, estudioso, rescatador, filosofo asistemático, estudioso de la vida en las cimas, fuerte, voluntarioso, débil, escritor, comunicador pasional, poeta sin versos….”
En conclusión, nos dio una lección de humanidad y amor por la vida y la montaña, sin olvidarse de Dios, al que siempre tiene presente y declara que “ sin Él, ya no estaría con nosotros”.
Pasadas las diez de la noche tuvimos que dar el acto por terminado, quedándose el personal con ganas de seguir escuchando las aventuras y experiencias de este vecino y amigo que fue despedido con fuertes aplausos.