Testimonio de una vida (+ Don José Ramón. Párroco de la Colonia)
El pasado domingo 15 de marzo de 2015, Don José Ramón nos dejó y se fue a la Casa del Padre. Por su interés conozcan el texto –de un de sus más estrechos colaboradores durante muchos años-que se leyó en su despedida de la parroquia por jubilación. Nos permitirá conocerle mejor.
Despedida de Don José Ramón. 9 de octubre de 2005.
Querido Don José:
Se me ha pedido que dé testimonio de la labor que ha llevado a cabo Vd. en Torrelodones desde aquel lejano mes de Agosto de 1954, en que llegó aquí a cumplir la misión que le había sido encomendada. Cincuenta y un años, dos meses y unos días han pasado. Toda una vida.
Verdaderamente muchos de los que vivimos hoy en Torrelodones hemos sido testigos de las obras realizadas y de las vivencias de todo tipo que hemos compartido con Vd. a lo largo de todos estos años.
Es muy difícil resumir, en unos minutos, tan largo periodo de tiempo, pero voy a tratar de citar al menos todo lo que ha hecho y hemos vivido.
En el orden estrictamente religioso y espiritual, además de la administración innumerable de sacramentos a lo largo de estos años, lo ha intentado todo y ha hecho que la Parroquia, como comunidad de comunidades, haya estado abierta a Acción Católica, Cursillos de Cristiandad, Opus Dei, Comunidades Neocatecumenales, Carismáticos…
Se fundaron secciones de la Adoración Nocturna masculina y femenina que celebraron sus vigilias mensuales durante muchos años. Se han desarrollado Misiones populares periódicamente que sirvieron para renovar la vida parroquial.
Precisamente de la Misión de 1980 surgió la revista parroquial NOSOTROS, que durante casi veinte años sirvió de altavoz de la Parroquia, ejerció la crónica y dejó constancia de la vida religiosa, social y cultural de Torrelodones .
Hace casi diecisiete años, a finales de 1988, fueron convocadas por Vd. las Hermanas Auxiliares Parroquiales y aquí establecieron una comunidad. Desde entonces su labor callada y dedicación total han sido no sólo eficaces sino, me atrevería a decir, imprescindibles, en las celebraciones litúrgicas, en las distintas catequesis, visitas a los enfermos y los ancianos de las residencias, en los coros, con los jóvenes, haciendo el vestuario para las obras de teatro a beneficio de las obras parroquiales, en fin hasta se inventaron el traje típico de Torrelodones.
No podemos olvidarnos, Don José, de las cofradías del Carmen y Semana Santa, impulsadas y promovidas por Vd. para mantener vivas las devociones populares por medio de esas magníficas procesiones que se han ido manteniendo y renovando a través de los años, a pesar de las dificultades y de los cambios sociales que vivimos.
En el orden asistencial Cáritas ha existido en la Parroquia casi desde que Vd. llegó y sólo Dios y Vd. saben la cantidad de personas que ha llamado a su puerta en estos cincuenta y un años pidiendo ayuda no sólo económica sino de todo tipo y que nunca se han ido con las manos vacías.
Don José, a Vd. le he oído muchas veces que ha tratado de imitar lo que decía San Juan Bosco “hago lo que debo y debo lo que hago”. Y desde luego yo doy fe de que lo ha cumplido.
Ha realizado infinidad de obras y siempre sin dinero. He ahí el milagro.
Voy a procurar hacer un rápido resumen de dichas obras: Cuando llegó tuvo que terminar la reforma y ampliación de esta iglesia parroquial.
Después construyó la casa y el salón parroquiales. Al poco tiempo, en 1959, el mayor vendaval, que yo recuerdo en Torrelodones, derribó la espadaña, que existía, con las campanas sobre la sacristía. Lógicamente hubo que reconstruirlo todo y después, para poner las campanas, se hizo el campanario actual.
A continuación o simultáneamente acometió la reforma y ampliación de la iglesia del Carmen.
En 1964 acaricia la idea de hacer un colegio. No había un colegio en Torrelodones donde se pudiese estudiar bachillerato. Y pensado y hecho. En Septiembre de aquel año el salón parroquial se había transformado en cuatro aulas que empiezan a funcionar. Año tras año el colegio fue creciendo vegetativamente alrededor de la iglesia parroquial y para cada ampliación se necesitaba el dinero correspondiente. Hasta seis ampliaciones con obras civiles muy importantes se han realizado en el colegio. La última la que ha dado lugar al edificio nuevo, inaugurado en 1994, que tardó siete años en construirse desde que se hicieron los primeros proyectos.
Don José, ¡Cuántos quebraderos de cabeza se habría evitado si no hubiese fundado el colegio San Ignacio de Loyola! ¡Sólo Dios y Vd. saben las noches sin dormir que ha pasado para sacarlo adelante!
Entre todas estas obras del colegio debió haber un momento de descanso y lo dedicó a crear su otra gran obra social: La residencia de ancianos Sta. Mª de los Ángeles.
La residencia empezó a funcionar en el verano de 1983. Además del coste inicial por la compra de la finca y el acondicionamiento del chalet donde está ubicada, a lo largo de todos estos años se han realizado obras de reforma, acondicionamiento y mejora como la construcción del gimnasio, la reforma total del tejado y la planta superior, la remodelación general de la planta baja, la construcción de un anexo para la instalación del ascensor y muchas cosas más.
Creo que no es necesario decir la gran labor social que tanto el colegio como la residencia han realizado a lo largo de todos estos años.
Y en este punto quiero señalar de manera especial mi testimonio de la atención, los cuidados y el cariño que han recibido y reciben los ancianos en la residencia por parte de todos los que han trabajado y trabajan allí.
Don José, para poder financiar todo esto que llevo dicho, Vd. nos ha embarcado en tómbolas, rifas, loterías, verbenas, cenas, conciertos, festivales, representaciones teatrales y hasta corridas de toros. Como anécdota diré que Sebastián Palomo Linares debutó en Torrelodones con quince años en un festival a beneficio de la Parroquia. Aunque dicho festival creó recordar que no fue muy rentable.
Con todas estas organizaciones conseguía un doble objetivo: Reunir dinero para financiar las obras y hacer que nos divirtiésemos conviviendo, algo bastante difícil en esta compleja sociedad de Torrelodones.
Esa llamada suya a la convivencia y a vivir en comunidad se hizo patente una vez más con la instalación de las nuevas campanas en la primavera de 1985.
Todavía en el año 2000, con motivo de los cincuenta años de la Parroquia reformó la casa parroquial, instaló calefacción de gas natural en la iglesia, para que no pasemos frío en el futuro, y renovó el piso entre otras cosas.
En fin, Don José, que “debía lo que hacía, pero hacía lo que debía”.
Creo que debo ir terminando, aunque me quedarían muchas cosas por decir. Sólamente mencionar algunas de esas vivencias a que hacía alusión al principio.
Muchos de nosotros hemos ido con Vd. de excursión; vivimos las primeras cabalgatas de Reyes, rezamos el rosario en familia con el padre Peyton en el Paseo de la Castellana, hemos cantado juntos, aunque a Vd. lo de cantar y la música no se le da muy bien, siempre ha tenido mucho interés en los coros y en las bandas de música para las celebraciones y las procesiones. También hemos visto cine – la película “Los Diez Mandamientos” se estrenó en España, aquí en Torrelodones, a beneficio de la Parroquia – ; hemos hecho teatro – a alguno casi le hizo actor profesional sin querer-; fuimos por primera vez al fútbol con Vd.
Y por Vd. hemos jugado al fútbol, pues también tuvo que ver con la fundación de varios clubs y con la Unión Deportiva y Cultural que se creó a raíz de los veinticinco años de la Parroquia. Hasta con el ciclismo en Torrelodones ha tenido relación, pues consiguió el patrocinio para las primeras carreras serias que se celebraron y cedió un local al club ciclista “Sierra de Madrid”. Gracias a Vd. vimos por primera vez la televisión. Y fue algo mágico pues en la televisión dijeron que dedicaban el programa a unos niños de Torrelodones que la veían esa tarde por primera vez. Luego la seguimos viendo en el garaje de su casa y en el salón parroquial.
Años más tarde nos haría salir en televisión. Hasta en tres ocasiones se retransmitiría la misa dominical del programa “El Día del Señor”: En 1994 desde la iglesia del Carmen, en 1995 desde la residencia Sta. María de los Ángeles y en el año 2000 desde la Casa de Cultura con motivo de los cincuenta años de la Parroquia.
También la televisión grabó un programa de “Quédate con la copla” en la Casa de Cultura dedicado a la Semana Santa, en el que participaron nuestras cofradías y no sé qué cantantes famosos le cantaron saetas a nuestro Cristo de los Faroles.
Una mención a los diversos grupos de jóvenes que se han formado durante este tiempo.
Muchos miembros del primero de ellos se siguen reuniendo con Vd. todos los años. De otros grupos surgieron celebraciones y actos que luego se han repetido, como la elección de la Reina de las Fiestas y la comida homenaje a los mayores por Navidad.
Seguiría recordándole cosas, pero debo de terminar. Puede sentirse satisfecho y seguro de haber cumplido con creces la misión que le fue encomendada. Ahora debe descansar.
No sé si es canónico o no, pero como decía uno de mis hijos el otro día , a Vd. le deben nombrar párroco de honor, igual que a Di Stefano le han nombrado presidente de honor del Real Madrid.
Muchas veces le he oído decir que éste es su pueblo. Pues en nombre de su pueblo, en nombre de mi pueblo, en nombre de nuestro pueblo: Muchas gracias y que Dios le bendiga.
Pablo Urosa Martínez