Ejercicios Espirituales 2015
Del 6 al 8 de marzo, hemos tenido unas jornadas de retiro en la casa de las ESCLAVAS DE LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA Y DE LA MADRE DE DIOS, en Los Negrales (Alpedrete), con la asistencia de 19 feligreses. Ver vídeo “Retiro en Los Negrales ” del celebrado en el mismo lugar el año 2012, pinchando: AQUÍ
Este año los ejercicios los ha dirigido nuestro párroco y los ha basado entorno a la Santa Misa, desarrollando a través de nueve meditaciones las diferentes partes que la liturgia de la Eucaristía contempla.
La Misa, es una adoración al Padre, por el Hijo, por mediación del Espíritu Santo.
En la Misa, se renueva la muerte y resurrección del Hijo de Dios y debemos sentirnos elegidos por ser hijos suyos y conocerle. Estamos consagrados a Él y somos sus enviados para difundir la palabra y demostrar con nuestro ejemplo lo que significa ser cristiano.
En la Misa, se una la liturgia del Cielo con la de la tierra.
En el Ofertorio, transformamos los dones recibidos de Dios, para ponerlos al servicio de los demás. El Hijo de Dios, antes de nacer había asumido su papel para la redención del Mundo.
El sentido de la vida es el servicio a los demás. Amar es dar la vida y no hay amor mayor que dar la vida por los hermanos.
Hay quien vive como cumpliendo una condena y así no es posible realizarse como persona. Hay que ver la vida con los ojos de la fe y así nos sentiremos como participes de algo grande.
¿Entiendo mi vida como una donación al resto? El que sirve, pasa desapercibido y hay que estarle agradecido por su labor; el primer servidor es Cristo.
En la Misa interviene la Trinidad y por eso se empieza: ”En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo….”
Tenemos la obligación de transmitir la fe y tenemos que ver cómo cambiar las cosas, tolerando los nuevos usos sociales y tratando de influir en ellos para acercarlos a Dios.
El laico tiene hoy un papel fundamental. Necesitamos limpieza de corazón y para ello hay que reconciliarse con el Padre. Tenemos que pedir al Señor en que tenemos que cambiar para mejorar; las pequeñas cosas cotidianas son una ofrenda al Señor si las hacemos bien.
Nuestra relación con cada una de las Personas de la Santísima Trinidad, son introduce en la fe, la esperanza y la caridad que debemos compartir con los demás. La palabra de Dios debe calar dentro y hacernos vivir como a Dios le gusta.
El cristiano debe hacerse notar en su entorno por su comportamiento.
El estar en silencio, facilita la comunicación con Dios, el Credo es la oración universal y de profesión de nuestra fe.
Hay que pedir por la Iglesia, por los gobernantes, por las vocaciones y por todos los hombres.
La estructura de la Misa no ha variado en siglos y tras partir el pan y ofrecerlo con el vino, se debe hacer la oferta de la colecta durante el rito del Ofertorio.
No pudimos avanzar más en la explicación de la liturgia de la Eucaristía `por falta de tiempo, pero con lo hemos podido contemplar en estas jornadas tenemos más que suficiente para replantear nuestra vida y tratar de acercarla a lo que Dios quiere de nosotros, dejando de lado nuestra comodidad egoísta y entregándonos al servicio de los demás.