Camino de Santiago. Del 1 al 8 de septiembre de 2014
PRIMER DIA.- El lunes, 1 de septiembre, tras celebrar la Santa Misa en nuestra parroquia, salimos a las 9,35 horas, 31 peregrinos, incluidos 6 de El Pardo y con nuestro párroco.
Esta vez, el autobús era de INTRAVEL, el conductor se llamaba Carlos y la guía que nos acompañó todo el tiempo, muy agradable, era Emma (gallega, de Santiago).
Llegamos a comer en Pamplona a las 15,30 horas-
Pamplona se cree que fue fundada por Pompeyo en el año 70 a.C, pero sus primeros asentamientos son prehistóricos y actualmente es el centro financiero y económico de Navarra.
Recorrimos sus calles, siguiendo el itinerario de los famosos encierros de San Fermín, vimos la Plaza del Castillo, el Ayuntamiento, donde una peregrina sufrió un intento de robo, la Catedral de Santa María la Real, situada en el punto más alto y antiguo de la ciudad, es sede de la Archidiócesis de Pamplona Tudela, es de estilo gótico. En ella se coronaban los reyes de Navarra, se casaban y algunos fueron enterrados allí.
También paseamos por La Ciudadela, fortificación renacentista y el Parque de Yamaguchi, situado frente a nuestro hotel.
Nos alojamos en el Hotel ABBA Reino de Navarra, de 4 *, donde cenamos.
El día fue muy caluroso.
SEGUNDO DIA.- Martes, día 2, salimos a las 8 de la mañana con destino a Roncesvalles.
Subimos en autobús, con fresquito, al Paso de Ibañeta, que es un collado situado a 1062 metros de altitud y se le consideró el origen de Roncesvalles. Por aquí entraron en nuestra península, los celtas, los godos y naturalmente Carlomagno, que fue derrotado por los vascones.
Hay una pequeña iglesia, sucesora del hospital de peregrinos que allí había desde el año 1127, en el que una campana orientaba a los peregrinos para no perderse en la nieve.
Bajamos a pie, unos 3 km hasta la Colegiata de Roncesvalles, donde celebramos la Eucaristía a las 10 de la mañana-
La Real Colegiata de Santa María de Roncesvalles, de estilo gótico, fue reformada en el siglo XVII, incorporando elementos barrocos. La imagen de la Virgen, es de madera forrada de plata, de mediados del siglo XIV, realizada en Toulouse.
Vimos el Hospital de Peregrinos y el Silo de Carlomagno, donde están enterrados los francos caídos en el año 778, construido en el siglo XII. También entramos en la Iglesia de Santiago, o de los Peregrinos, gótica del siglo XIII y pudimos visitar el museo situado en la Casa Abacial, con el tríptico de la Crucifixión (siglo XVI) y el llamado Ajedrez de Carlomagno, que en realidad es un relicario.
Ya con calor, se realizó una caminata de 7 km hasta Espinel, pasando por Burguete. Cuatro peregrinos se quedaron descansando.
Volvimos en autobús a comer en Roncesvalles y por la tarde fuimos al Monasterio de San Salvador de Leyre, románico temprano (siglos XI-XII), cuyo origen se remonta al siglo IX, construido con piedras de la zona, color rosáceo.
La iglesia, construida en terreno inclinado, precisó de una falsa cripta, a nivel de suelo para sustentar el peso de la cabecera del templo, con grandes capiteles sobre pequeñas columnas. Aquí nos contaron la leyenda de San Virila, que todos recordamos.
Volvimos a cenar y dormir a Pamplona.
TERCER DIA.- Miércoles 3, con calor, salimos a las 8,30 horas con destino al Alto del Perdón, situado a 1039 m de altitud. Cuenta con una comitiva de peregrinos de distintas épocas, realizada con siluetas de hierro y hay una peana en honor de la Virgen del Perdón. Contemplamos unas magnificas vistas de los valles de Pamplona.
Nos trasladó el autobús hasta Eneritz, para caminar 3 km hasta Eunate, donde nos encontramos con una de las iglesias mas bonitas del Camino de Santiago, Santa María de Eunate, románica, del siglo XII, con planta octogonal y rodeada de una galería con 33 arcos, donde tuvo lugar la Santa Misa, a las 10,30 horas.
Desde allí, se inició otra caminata de 5 km hasta Puente la Reina. Cinco peregrinos lo hicieron en autobús.
Esta en una villa importante del camino, por juntarse en ella los dos caminos que vienen de Francia. Su famoso puente de piedra, románico, sobre el río Arga, fue mandado construir en el siglo XI por Doña Mayor, esposa del rey Sancho. Visitamos la Iglesia de Santiago, del siglo XII, románica y la Iglesia del Crucifijo, siglo XII y XIV, gótica y románica, con un original crucifijo gótico-germano, con la cruz en forma de “Y”.
Nos fuimos a Estella, importante población sobre el río Ega, con asentamientos desde el siglo XI, donde comimos y recorrimos sus calles bajo un sol justiciero y pudimos asistir al paso de los corredores de la Vuelta Ciclista a España, con la que coincidimos desde Pamplona, a la que regresamos a media tarde.
CUARTO DIA.- Jueves 4, salimos a las 8 de la mañana con destino a Laguardia (Álava). Población medieval, amurallada y muy bien conservada, en la que todavía existen 5 puertas. Todas sus casas tienen bodegas subterráneas.
Aquí nació el escritor Félix María Samaniego.
A continuación llegamos a Nájera, de origen prehistórico. Pudimos visitar el Monasterio de Santa María La Real, construido como sede episcopal y panteón real. De sus orígenes, solo se conserva la Cueva de la Virgen y algunas sepulturas. El templo actual, se inició en 1435 y fue terminado en 1516, en estilo gótico florido.
Celebramos la Eucaristía a las 12,30 horas en su Capilla, donde nos recibió un franciscano alegre y original.
Con fuerte calor, llegamos a comer a Santo Domingo de la Calzada, fundada por el santo, fallecido en 1109, que construyó un puente, un hospital y albergue de peregrinos,
Cuenta con una magnifica Catedral, del 1158 tardorromanica.
El sepulcro de Santo Domingo, entre románico y gótico, situado en un lateral de la nave, así como el gallinero, donde siempre hay un gallo y una gallina vivos, en recuerdo del milagro de la gallina que cantó después de asada, son muy visitados.
La torre exenta, es barroca y tiene 69 metros de alta. No dio tiempo a visitar más y partimos a las cinco de la tarde.
Ya en tierras burgalesas, llegamos a la Ermita de Valdefuentes, media hora más tarde, gotica, fue un priorato cisterciense, con hospital, desde donde se inició una caminata de 6 km hasta San Juan de Ortega. Diez peregrinos “declinaron” el paseo.
San Juan de Ortega, en un monasterio medieval, tardorromanico, donde desde hace más de 800 años atienden a los peregrinos, con hospital, botica e iglesia, que cuenta con un soberbio mausoleo gótico en el centro del templo.
Se llevó a cabo en cambio de conductor, incorporándose Manuel para el resto del viaje.
A las 19 horas, nos trasladamos a Burgos y nos alojamos en el Hotel Rice Bulevar 3*.
QUINTO DIA.- Viernes 5, salimos a las 8 de la mañana para visitar la Catedral, donde celebramos misa a las 9 , en la Capilla del Santo Cristo.
Construida a partir del año 1221, en estilo gótico francés, en su interior podemos encontrar elementos renacentistas y barrocos. Es una de las joyas del gótico y comentar sobre ella no cabría en estas páginas.
Luego llegamos a la Cartuja de Miraflores, fundada en 1441 por el rey Juan II, de Castilla, en isabelino y tardogótico. El artista Gil de Siloé, fue el autor del conjunto de sepulcros reales colocados en el centro de la nave, con los restos de Juan II, e Isabel, de Portugal. En el lado del Evangelio, esta el sepulcro del Infante Alfonso, de Castilla.
Tras la visita, almorzamos en Atapuerca, en el restaurante Comosapiens y después de comer, con mucho calor nos llevó el autobús a Boadilla del Camino, Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, para iniciar una caminata de 8 km junto al Canal de Castilla, hasta Frómista. Esta vez, 5 peregrinos lo realizaron en autobús.
En Frómista, visitamos la Iglesia de San Martín de Tours, románica del siglo XI y a las 18,30 horas seguimos hasta Carrión de los Condes, donde Nando, hermano de una peregrina, hospedero voluntario, nos dirigió unas enardecidas palabras en las que transmitía su entusiasmo por el servicio al peregrino, que a todos llenó de admiración.
A las 21 horas llegamos a León, para alojarnos en el Hotel Husa Abad San Antonio, de 4*, de acceso imposible.
SEXTO DIA.- Sábado, 6, salimos a las 9,15 horas para visitar la ciudad, que tiene su origen en el asentamiento definitivo de la Legión VII durante la ocupación romana.
Visitamos la Catedral de Santa María, gotica, iniciada por Alfonso X, el Sabio a mediados del siglo XIII. Disfrutamos de sus 1800 metros cuadrados de vidrieras de los siglos XII y XIV.
También visitamos la Iglesia de la Basílica de San Isidoro, románica, del siglo XI; vimos el Palacio de los Guzmanes, que alberga la Diputación de León y la Casa Botines, de Gaudí, ambas en la Plaza de San Marcelo y paseamos por la calle Ancha, hasta la Catedral. No dio tiempo a más.
Comimos en Rabanal del Camino, pueblo de arquitectura maragata, muy bien conservado, punto estratégico en su día para los arrieros y desde allí, con fuerte calor nos llevaron a Foncebadon e iniciamos la subida a pié, de unos 2 km hasta la Cruz de Ferro, crucero de unos 1500 m de altitud.
Consiste en un poste de madera de 5 m., coronado por una cruz de hierro. En su base los peregrinos dejan una piedra, que algunos traen de sus puntos de origen. Desde allí se inició otra caminata de 5 km hasta Manjarin. Esta vez, 15 peregrinos desistieron de caminar.
Después llegamos a Ponferrada, capital de El Bierzo, donde celebramos la Eucaristía a las cinco de la tarde en la Basílica de la Virgen de la Encina, renacentista, donde se venera la imagen de la patrona de El Bierzo. Visitamos el castillo templario, muy restaurado, con sus magnificas vistas.
Por la noche, nos alojamos en Lugo, en el Gran Hotel Lugo, de 4* y cenamos a las nueve y media.
Lugo fue fundada el 25 a.C., por los romanos y es la ciudad más antigua de Galicia. Pudimos pasear de noche por su muralla y ver la Catedral iluminada.
SEPTIMO DIA.- Domingo, 7, a las 8,15 horas salimos hacia Santiago, sede del gobierno gallego, que junto con Jerusalén y Roma, es uno de los núcleos de peregrinación cristiana. Su origen es prehistórico.
Lo primero que hicimos, fue visitar la Colegiata de Santa María la Real del Sar, construida en el siglo XII, románica, que a causa de lo inestable del terreno donde se encuentra, en los siglos XVII y XVIII fue necesario construir unos robustos arbotantes para sujetar sus muros. En su interior impresiona ver la inclinación de las columnas hacia las naves laterales. Visitamos el claustro y después celebramos la Eucaristía a las diez y media de la mañana.
A continuación, nos subieron al Monte del Gozo, para desde allí entrar caminando en Santiago, bajo una persistente lluvia. Parte de los peregrinos fueron trasladados en autobús hasta las inmediaciones de la Plaza del Obradoiro, donde quedamos todos citados a las dos y cuarto para ir a comer. Dejó de llover.
Entre tanto, contemplamos la Catedral, barroca, donde asistimos al “vuelo” del Botafumeiro y abrazamos al Santo, pasando ante su sepulcro, unos antes de comer y otros por la tarde. Nos alojamos en el Gran Hotel Santiago, 4*.
OCTAVO DIA.- Lunes 8, salimos a las 8,15 horas y nos fuimos al Monasterio de Oseira (Orense), trapense, del año 1137, románico ojival. Es una obra maestra de la arquitectura cisterciense; en lo que fue refectorio, se pueden contemplar objetos y fragmentos de piedra y la Sala Capitular, conocida como “sala de las palmeras”, esta sustentada sobre cuatro columnas de fustes torsos, cuyos capiteles se abren como las ramas de una palmera. Puede que Gaudí se inspirase en esta sala para la Sagrada Familia. Admiramos sus tres enormes claustros, que dan pié a imaginar lo que en su día tuvo que ser el Monasterio.
Celebramos la Santa Misa en su Capilla a las 11,15 horas y después afrontamos la etapa final del camino, con el cielo cubierto parcialmente, que descargó chaparrones a la altura del túnel de La Canda y otros tramos del recorrido. Paramos a comer a las tres de la tarde en Paradores de Castrogonzalo (Zamora) y a media tarde llegamos a Torrelodones, donde nos despedimos de los amigos de El Pardo, que continuaron en el autobús hasta su destino.
Todos manifestamos la felicidad acumulada durante el camino, grata experiencia, que había sabido a poco, confiando en que el Señor nos conceda la oportunidad de poder repetirlo algún día.
Un peregrino.