domingo 1 01Europe/Madrid julio , 2012
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Artículos y Dossier de Prensa
Cierta vez hubo un hombre que tenía un hijo al cual amaba demasiado
Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su hijo unigénito para que todo aquel que en Él cree no se pierda mas tenga vida eterna (Juan 3:16). Hubo un hombre. El hombre trabajaba como controlador del puente ferroviario. Tenía un hijo al que amaba entrañablemente. Su hijo amaba observar los trenes y a las personas que viajaban en ellos. Algunas personas vivían en soledad con ira, egoísmo, con heridas y adicciones. Para ver vídeo, pinche: AQUÍ