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¿Por qué soy sacerdote?

No hace mucho la revista Forbes, famosa por su publicación sobre las personas más ricas del mundo, publicaba una lista de las diez profesiones más gratificantes, más felices. Los sacerdotes eran los primeros. Según el estudio “ni la remuneración económica ni el status social que se deriva del ejercicio de una profesión inciden en la felicidad que reportan”. La verdad es que para mucha gente la noticia sorprendió. La imagen habitual de los que no tienen mucho contacto con los sacerdotes suele ser la contraria. Por mi ex­periencia sé que cuanto menos conocen de la vida de un sacerdote más creen que estamos frustrados. Y viceversa, al entrar en con­tacto con ellos,  la vida de los sacerdotes más positiva es su impresión.

¿Qué es lo que hace que ser cura figure como la profesión más feliz? Desde luego, responder no es fácil, porque evidentemente se trata de algo más que una profesión. Sólo la proximidad a la vida del sacerdote nos hace descubrir esa dicha. No son los datos de es­tadísticas ni el dejarnos llevar por los estereotipos que nos marcan. Esta es la pretensión de este libro. ¿Qué hace que un joven hoy en día se aventure en este camino, deje todo y quiera ser sacerdote?. Un libro que nos acerca la vida de curas que nos acompañan en nues­tra vida diaria. Treinta y nueve sacerdotes de la diócesis de Madrid nos cuentan por qué lo son. Podríamos haber escogido muchos más testimonios, hasta los más de mil que tiene nuestra diócesis. La li­mitación de un libro nos hecho escoger. Eso sí, sin ninguna selección predeterminada distinta al de habernos juntado a comer para hablar de temas de nuestro trabajo pastoral.

Con procedencias muy dispares. De barrios y pueblos de Madrid o venidos de otras ciudades. Itinerarios muy distintos. Los hay que han tenido que viajar lejos por la vida para descubrir su vocación y los que en la niñez ya tenían la certeza de la llamada. Los que han ejercido distintas profesiones y los que proceden del Seminario Menor. Cada historia contada en este libro es distinta. Pero en todos estos testimonios se rezuma alegría, pasión, existencias realizán­dose, que viven constantemente experiencias maravillosas, porque tocan lo profundamente humano y la salvación de Dios que se acerca.

Porque todos reflejan que ser sacerdote no es fruto, en primer lugar, de una opción personal, sino de una respuesta a la iniciativa de Dios, que llama a seguirle y a llevar la salvación a la humanidad. Este libro nos muestra cómo a través de las limitaciones y la pobreza humana el Señor sigue hoy salvando, actuando. Precisamente la mayor dicha está en que sabiéndose escogido por el Señor el sacer­dote no lo es para sí mismo, lo es para los demás.

El Señor sigue salvando a través de sus ministros. Y el Señor sigue llamando hoy, como a los primeros apóstoles, como a los que en este libro nos abren sus vidas. ¿Por qué yo no?

Juan Carlos Merino Corral

Delegado episcopal de pastoral vocacional