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Un misionero muy especial: El español Mons. José Luis Mumbiela, ordenado obispo en Kazajstan

El domingo día 8 de mayo la pequeña y sencilla catedral de Almaty (Kazajstán), se vistió de fiesta para acoger la celebración de la ordenación episcopal de su nuevo obispo, el sacerdote originario de la diócesis de Lleida, de 41 años, José Luis Mumbiela Sierra.     Ver vídeo de su estancia en Las Rozas el día del DOMUND, para ello pinche: AQUÍ

Presidió la celebración el Nuncio de Su Santidad en Kazajstán, el español Mons. Miguel Maury Buendía. Le acompañaban los 4 obispos del país: el arzobispo y el obispo auxiliar de Astaná, el obispo de Karaganda y el hasta ahora obispo de Almaty, el franciscano Mons. Henry T. Howaniec. También estaban el Delegado Papal de la iglesia greco-cristiana, y el obispo de Teruel, Mons. Carlos Escribano, compañero de seminario de Mons. Mumbiela. Entre los 40 sacerdotes que concelebraron estaban Mn. Amadeo Elcoso, rector de la parroquia de San José, de Monzón, pueblo natal del nuevo obispo; Mn. Sergio Martínez, compañero de curso, y Mn. Daniel Turmo, en representación del obispo de Lleida.

El embajador de España en Kazajstán y otras autoridades locales asistieron a la ceremonia, así como representantes de la iglesia luterana y ortodoxa. La representación española estuvo formada por la madre y hermanos de Mons. Mumbiela, amigos de Monzón y Terrassa y los presbíteros antes mencionados.

La ceremonia, exquisitamente preparada, se desarrolló en ruso y latín. Empezó a las 12 del mediodía y fue amenizada por los cantos del coro acompañados al piano y la participación de toda la asamblea. Todo ello contribuyó a hacer de la celebración un acto muy solemne que, durante dos horas y media, siguieron con gran respeto cristianos venidos de diferentes puntos de la diócesis y de otros lugares del país, que llenaron la catedral a rebosar.

Muchos de los asistentes no habían presenciado nunca una ordenación episcopal, por lo que estuvieron muy atentos para no perder detalle. Fue muy emotivo el momento de presentar las letras apostólicas del nombramiento de obispo de Mons. Mumbiela, el canto de las letanías, la oración consagratoria, la entrega del anillo, del báculo y la mitra, así como la unción con el crisma, y sobre todo la imposición de las manos por parte de todos los obispos, que los asistentes siguieron en silencio. Al finalizar el acto de ordenación la asamblea estalló en un caluroso aplauso al nuevo obispo, manifestación de su estimación y apoyo en su labor pastoral.

Terminada la celebración Mons. Mumbiela se dirigió a la asamblea en ruso, kazajo, inglés, coreano, polaco y español, lo que los asistentes agradecieron con un aplauso. Otro aplauso importante tuvo lugar cuando el nuevo obispo agradeció la labor realizada por el anterior obispo, Mons. Henry, como primer obispo de Almaty.

Más tarde, representantes de diferentes grupos presentaron a Mons. Mumbiela sus parlamentos y obsequios, principalmente ramos de flores, y una guirnalda que las misioneras de la Madre Teresa de Calculta le pusieron en el cuello.

Terminada la ceremonia todas las personas que quisieron pasaron a saludar y felicitar al nuevo obispo.

La diócesis de Almaty tiene una extensión de 711.000 km2. Está formada por la provincia del mismo nombre y tres provincias más, todas ellas en el sureste de Kazajstán, desde el mar de Aral hasta la frontera con China. Tiene una población de 6 millones de habitantes. 17 sacerdotes atienden las 7 parroquias que hay y la población católica diseminada por el territorio, que se calcula en unos 50.000.

El lema del escudo de Mons. Mumbiela “Aperite plene portas Christo!” (Abrid de par en par las puertas a Cristo) le servirá de estímulo en su labor pastoral.

Al día siguiente Mons. Mumbiela celebró, con el grupo de españoles, su primera misa como obispo, donde tuvo un recuerdo especial para la diócesis de Lleida, recordando que él se había formado en su seminario y ordenado sacerdote en nuestra diócesis.
Hay que remarcar la gran acogida que nos han dispensado, llena de atenciones y detalles para que nuestra estancia en Almaty fuera agradable. Y, ciertamente, lo han conseguido plenamente, lo que les agradecemos de verdad y esperamos poder corresponder cuando nos visiten.

Mn. Daniel Turmo i Conxita López
Diócesis de LLeida. SIC