Blog

JMJ: Un relato recibido

Le comentaré que fui testigo presencial de la vivencia en Cuatro Vientos de la noche del sábado, que me empapé hasta temblar de frío después del calor inmenso junto con el resto de los peregrinos, que oré ante el Santísimo expuesto delante de la pantalla gigante que tenía enfrente, muy cerca, al lado de dos chicas, que me ofrecieron parte de su alfombra para que yo me arrodillase y que intentaban cantar el Ave Verum junto conmigo muy bajo, al igual que cantaron el Tantum Ergo; fui testigo del silencio hasta dar gracias infinitas a Dios y pedir su bendición copiosa sobre los xtianos del mundo entero, a pesar de nuestras miserias y también de la certeza de que nuestro Santo Padre en la tierra estaba muy contento de la juventud xtiana allí congregada, que Dios enviaba su copiosa lluvia en el momento exacto de terminar el anuncio de su Evangelio; cuando rezaba arrodillada durante la exposición del Santísimo pensando en el momento en que había ocurrido la tormenta y ahora tocaba la Eucaristía, El volvió a enviarnos la lluvia, como anuncio de que el pan consagrado en su Cuerpo a través de los siglos es también signo y alimento espiritual de su Presencia en el mundo junto con su Palabra.

XXX