Crónica de un peregrino (en autobús)

De la mano de nuestro vicario parroquial Don Rubén, un grupo de feligreses nos fuimos a Santiago de Compostela, para ganar el Jubileo.

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9 octubre 2010 (sábado)

Salida desde la parroquia a las 8 de la mañana,  con un tiempo metido en agua que nos acompañó con diversos grados de intensidad toda la mañana.

Llegamos a Astorga, ciudad situada en el centro de la provincia de León, en la Maragatería y es una de las diócesis más extensas y antiguas de España. Es cruce fundamental de la Vía de la Plata y el Camino de Santiago.

Su catedral, dedicada a Santa María, es barroca, iniciada en 1471. La torre vieja data del año 1678 y fue muy afectada por el terremoto de Lisboa de 1775. La torre nueva, rosácea, fue finalizada en 1708. No pudimos entrar por llegar fuera del horario de visitas; otra vez será.

También contemplamos el Palacio Episcopal, de Gaudí, construido entre 1889 y 1915. Celebramos la Santa Misa en la pequeña y bonita iglesia de Santa Marta, que es la Patrona de la ciudad.

Tras una parada técnica en Guitiriz, con un cielo totalmente despejado, llegamos a Santiago, donde nos hospedamos en el Hotel NH Peregrino. Cenamos en el hotel en autoservicio, y aprovechando la buena noche, algunos nos fuimos de paseo nocturno a ver la Catedral iluminada.

10 octubre 2010 (domingo)

Tras el desayuno nos trasladaron a la Catedral, para asistir a la Misa del Peregrino. Al salir de Misa, como hacía un espléndido día, en el camino hasta el aparcamiento, nos pusimos morenos. Comimos en el hotel, en autoservicio, y a continuación tuvimos una visita guiada por el casco viejo de la ciudad, con poco éxito.

De vuelta al hotel para cenar, tuvimos el honor de contar con la presencia del Arzobispo de Santiago de Compostela, Monseñor Barrio Barrio (Don Julián), que es amigo de nuestros queridos Elisa y Ramón, que se mostró muy amable, pasando de mesa en mesa y dialogando con todos, dando muestras de una gran calidad humana y simpatía, culminando su presencia al despedirse, con una bendición para el grupo, extensible a la Parroquia.

11 octubre 2010 (lunes)

Desayunamos pronto y acompañados por Puri, una guía local encantadora,  fuimos a visitar la Isla de la Toja que está unida a El Grove por un puente decimonónico.La Santa Misa se celebró en la Iglesia consagrada a San Caralampio y a la Virgen del Carmen, cuya planta original data del siglo XII y está totalmente recubierta de conchas de vieira.

A continuación nos embarcamos para un paseo marítimo por la Ria de Arosa, donde observamos de cerca una batea y nos pusimos “las botas” de mejillones al vapor y vino fresquito de la tierra, que con el estupendo y soleado día que tuvimos la suerte de disfrutar, entraba de maravilla. Se cantó y se bailó.

Salimos para Vigo, donde almorzamos en el “Restaurante Quijote”, próximo al mercado de La Piedra.

Después de comer recorrimos con la guía la ciudad, visitando alguno de sus puntos relevantes y a media tarde iniciamos el regreso a Santiago, donde cenamos en el hotel.

12 octubre 2010 (martes)

Madrugamos para desayunar y a las 8.00 horas salimos hacía León, ciudad en la confluencia de los ríos Bernesga y Torío, a 840 metros de altitud y con unos 140.000 habitantes.

Tuvimos una breve visita guiada, muy apretada de tiempo y entre sus monumentos más importantes, podemos citar: La Catedral, gótico clásico de estilo francés; San Isidoro, románico y tumba de los Reyes medievales de León;  Monasterio de San Marcos, plateresco renacentista; Casa Botines, neogótico modernista, de Gaudí ; Palacio de los Guzmanes, del siglo XVI y un largo etc. que desgraciadamente no se pudieron ver, al igual que algunos de los citados.

Tuvimos la Santa Misa en el Altar Mayor de la Catedral.

Rápidamente fuimos a comer al Hotel Riosol y in más, iniciamos la vuelta a casa.

Llegamos a Torrelodones a las 20.30 horas, sin atasco en el peaje como todos temiamos, nos despedimos de Luis, nuestro conductor y, como es habitual, todo fueron abrazos y “hasta pronto” que, si Dios quiere, esperamos que sea lo antes posible, para volver a encontrarnos con tan buenos amigos y compañeros de  viaje. Hasta la próxima

                                                     Un peregrino