domingo 15 15Europe/Madrid agosto , 2010
|
Artículos y Dossier de Prensa
Inflación de ONG
Vídeo sobre Intermón. Pulse: Aquí
A algunos se les llena la boca mencionando el hecho de que España sea el país con más ONG per cápita, demostración de la solidaridad del pueblo español. No tanto. Como corresponsal de guerra, como viajero, me he manchado de polvo por muchos rincones de nuestro planeta donde la miseria, la injusticia o la guerra creaban una creciente cosecha de desamparados.
Y con asco y escándalo contemplaba como una pléyade de ONG pululaban bajo la excusa de la asistencia humanitaria. ONG que se duplicaban, triplicaban en operaciones y programas idénticos, superpuestos. Pero, eso sí, todas ellas con sus sueldos de nivel europeo, sus todoterrenos climatizados, sus viajes y sus hoteles. Un despilfarro obsceno de dinero y lujo frente a las necesidades más básicas.
En el este de la República de Chad se encuentra la ciudad de Abéché. Hasta hace un decenio era un conjunto de calles de tierra, de casas de adobe. Hasta que estalló la tragedia-genocidio del vecino Darfur sudanés, cuando se convirtió en la capital de las organizaciones de ayuda internacionales, de las fuerzas militares de la ONU y de la Unión Europea.
Los precios de los productos básicos, de las viviendas, se dispararon en una inflación de tal calibre que la población de Abéché no puede vivir en su propia ciudad. Veía y escuchaba el escándalo de los autóctonos ante el despilfarro de los privilegiados funcionarios blancos. De sus sueldos, de sus prebendas.
No descalifico a las ONG. Tienen toda mi admiración las que realmente se dejan el pellejo en el terreno. Pero ciertamente es necesaria una poda radical de tanto turismo filantrópico, de tanto despilfarro en excusas o chiringuitos humanitarios.
Y al final ¿qué quieren que les diga?, las más eficaces, las más estrictas en gasto de administración son, qué le vamos a hacer, las de la Iglesia. En España Cáritas es tan insustituible como admirable. Y por tierra de hambre y miseria Intermon, de la Compañía de Jesús. Palabra de ateo.
En el este de la República de Chad se encuentra la ciudad de Abéché. Hasta hace un decenio era un conjunto de calles de tierra, de casas de adobe. Hasta que estalló la tragedia-genocidio del vecino Darfur sudanés, cuando se convirtió en la capital de las organizaciones de ayuda internacionales, de las fuerzas militares de la ONU y de la Unión Europea.
Los precios de los productos básicos, de las viviendas, se dispararon en una inflación de tal calibre que la población de Abéché no puede vivir en su propia ciudad. Veía y escuchaba el escándalo de los autóctonos ante el despilfarro de los privilegiados funcionarios blancos. De sus sueldos, de sus prebendas.
No descalifico a las ONG. Tienen toda mi admiración las que realmente se dejan el pellejo en el terreno. Pero ciertamente es necesaria una poda radical de tanto turismo filantrópico, de tanto despilfarro en excusas o chiringuitos humanitarios.
Y al final ¿qué quieren que les diga?, las más eficaces, las más estrictas en gasto de administración son, qué le vamos a hacer, las de la Iglesia. En España Cáritas es tan insustituible como admirable. Y por tierra de hambre y miseria Intermon, de la Compañía de Jesús. Palabra de ateo.
Javier Nart.
Fuente: La Gaceta.