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Peregrinos en Roma, al encuentro de la Cruz…

El pasado agosto del 2008, el Papa Benedicto XVI anunció en Sydney que el próximo Encuentro Mundial de la Juventud se celebraría en Madrid, en el año 2011

Con este motivo la Cruz que peregrina, junto con el Icono de la Virgen María, por aquellos lugares donde se realizan estos encuentros, se entregaría a Madrid en la celebración del Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro.

 58 peregrinos de nuestra parroquia, del colegio Peñalar y de las parroquias de Hoyo de Manzanares y San Miguel de Las Rozas, nos pusimos en camino junto con los más de 5000 jóvenes de la diócesis, al encuentro de la Cruz en Roma.

El grupo llegó a la ciudad eterna el jueves 2 de abril, IV aniversario de la Pascua de Juan Pablo II y esa misma tarde celebramos la Eucaristía en la Basílica de San Pedro, presidida por Su Santidad.

Es el primer regalo que recibimos, de los muchos que nos ha ido entregando la mano providente de Dios, a través de María.

El viernes tomamos contacto con las primeras comunidades de Roma, la Iglesia martirial, en las catacumbas de San Calixto. Cristianos que valoraron el tesoro de la Fe más que su propia vida. Allí éramos invitados por Jesucristo a seguirle con radicalidad evangélica, como los primeros creyentes, superando nuestros miedos con la ayuda poderosa del Espíritu Santo. Concluímos el día celebrando el Sacramento de la Reconciliación, poniendo nuestra vida bajo el perdón y la misericordia de Dios.

El sábado 4 de abril estuvo marcado por la visita a la basílica del Apóstol San Pablo, cuando toda la Iglesia se alegra en este año de su Jubileo. En la Eucaristía, tuvimos la oportunidad de ser llamados, como Él, a una conversión sincera a Jesucristo y a la urgencia de la evangelización.

Finalmente, el Domingo de Ramos llegó la celebración de la entrega de la Cruz, en la solemne Misa con Su Santidad Benedicto XVI. España recibía el testigo de la Fe como una nueva oportunidad para que los jóvenes tomáramos conciencia de nuestras raíces cristianas y de la necesidad de ser portadores de la Buena Noticia para nuestros contemporáneos, como han hecho nuestros antepasados desde los albores del cristianismo. Además, dos jóvenes de nuestra parroquia fueron elegidos para recibir la Cruz, lo cual es un motivo de alegría y de acción de gracias a Dios para nuestra comunidad.

Al día siguiente, el Papa, en Audiencia a los peregrinos de Madrid, nos invitó a preparar con todo  cariño y esfuerzo la próxima Jornada Mundial de la Juventud, como un tiempo de gracia para toda la Iglesia, de tal manera que hagamos de nuestras parroquias un lugar de acogida para todos, para “sentirse como en casa”.

El Santo Padre también nos exhortó a renovar el amor de Jesucristo, que se manifiesta de una forma particular en el Misterio de la Cruz.

De su parte, para todos, su saludo y su Bendición.

 Añadido a todas estas experiencias hay que añadir los buenos momentos que hemos pasado juntos, entre pizza, helados, “burger king” y las largas caminatas por Roma. Da que pensar que en medio del cansancio físico (abundante cansancio físico), y de las apreturas de los horarios no se perdieran el buen humor ni la sensación de plenitud con la que íbamos al descanso (corto descanso).

Sin duda, han sido días de gracia, en los que hemos visto la belleza de pertenecer a la Iglesia y de la misión que el Señor nos da a los jóvenes como centinelas del mañana y esperanza de la Iglesia.

Deseamos que el Señor siga bendiciendo a los jóvenes de nuestro pueblo, para que a todos alcance la gracia de la Fe y la alegría de seguir a Jesucristo, en la familia de nuestra parroquia.