Londres. Quien afirma que el hombre posee un alma espiritual, acepta implícitamente que, por medio de la inteligencia y la voluntad, el alma influye en ciertos movimientos corporales, como por ejemplo los movimientos de los dedos al escribir, o de los labios al hablar. ¿Es contradictorio esta afirmación con los datos científicos?

Ésta ha sido la pregunta básica a la que han buscado respuesta los cuarenta universitarios europeos que del 2 al 4 de enero han participado en el 10º International Interdisciplinary Seminar, celebrado en Netherhall House.

Durante el seminario se abordó la cuestión del alma a la luz de los datos experiimentales de la ciencia actual, y en particular de la neurociencia. Los universitarios participantes llevaban un año estudiando el tema en sus respecptivos países, y en las distintas exposiciones se combinaron arugmentos filosóficos y físicos.

 Una de las conclusiones a las que se ha llegado tras los debates de esos días es que los datos científicos no imponen una visión determinista del mundo; por tanto, la existencia del alma y de la libertad humana tiene absoluta vigencia como presupuesto en el mundo científico.

Londres. Obras, febrero 2008