A tan sólo siete años de haber sido canonizado por el entonces Papa Juan Pablo II, la devoción a San Juan Diego siguen en aumento en la entidad, sin embargo el festejo de la Virgen de Guadalupe que se celebra dos días después que el santo indígena, sigue siendo mucho más especial y de mayor concurrencia.

De acuerdo con la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe y San Juan Diego, a partir del primero de diciembre las fiestas a este relativamente nuevo santo comenzaron a la par de la Virgen María, siendo el día nueve la fecha en que se le conmemora. “El miércoles empezamos con el docenario de la Virgen y San Juan Diego, se congregaron las 18 comunidades que conforman la parroquia y quienes trajeron a su santo patrono”, comentó el párroco Baltazar Jiménez Oropeza.

Quien consideró que la devoción en santo Juan Diego sigue aumentando conforme pasan los años y esto se refleja en la cantidad de creyentes que acuden a su fiesta patronal, “El día nueve tenemos la unción de enfermos de las comunidades al medio día y a la 7:30 de la noche se realizarán las confirmaciones, y estamos viendo que la devoción va creciendo, yo creo que como mexicanos San Juan Diego es el reflejo de nuestra raza mestiza y de nuestra fe mexicana”, señaló. Sin embargo reconoció que la celebración a la Virgen de Guadalupe que da inicio el 11 de diciembre por la noche sigue siendo la más esperada al ser muy especial todos los feligreses.

“Cada uno tiene su momento y su etapa, Juan Diego tiene su lugar como un santo, una persona que tuvo la gracia de vivir una experiencia fuerte con la Virgen María y claro que con la santísima Virgen no podría compararse porque tiene un lugar especial como madre de Dios”, indicó.

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