Sin la fe la Teología es sólo ejercicio intelectual
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Catequesis de Benedicto XVI en la audiencia general
Provocadora lección de san Bernardo a teólogos y creyentes de hoy, indica el Papa
Para san Bernardo de Claraval «el verdadero conocimiento de Dios consiste en la experiencia personal, profunda, de Jesucristo y de su amor»; reflexiones que «provocan todavía hoy, de manera saludable, no sólo a los teólogos, sino a todos los creyentes», subrayó hoy el Papa en la audiencia general, ante fieles y peregrinos de todo el mundo en la plaza de San Pedro.
Y es que «a veces se pretende resolver las cuestiones fundamentales sobre Dios, sobre el hombre y sobre el mundo con la única fuerza de la razón -advirtió-. San Bernardo, en cambio, sólidamente fundado en la Biblia y en los Padres de la Iglesia, nos recuerda que sin una profunda fe en Dios, alimentada de la oración y la contemplación, de una relación íntima con el Señor, nuestras reflexiones sobre los misterios divinos corren el riesgo de convertirse en un vano ejercicio intelectual, y pierden su credibilidad».
En el ciclo de catequesis que estos miércoles dedica Benedicto XVI a grandes escritores de la Iglesia de Oriente y de Occidente de la Edad Media, ha llegado el turno a san Bernardo de Claraval, «cuya doctrina destaca por la centralidad concedida a Jesucristo y a la Virgen María».
«Conocido como el último de los Padres de la Iglesia por la capacidad que tuvo de recoger la herencia de la sabiduría patrística, nació en 1090 en Fontaines, Francia –trazó el Papa-. A los 20 años ingresó en la comunidad monástica de Citeaux, y fue enviado después a fundar un monasterio en Claraval, de donde fue abad. Desde allí mantuvo una copiosa correspondencia con personas de todo tipo, componiendo también gran cantidad de sermones, sentencias y tratados. A partir de 1130 se ocupó asimismo de cuestiones que afectaban a la Santa Sede y a la Iglesia universal. Con sus escritos combatió la herejía de los cátaros, a la vez que defendió a los judíos».
«La teología remite a la “ciencia de los santos”, a su intuición de los misterios del Dios vivo, a su sabiduría, don del Espíritu Santo, que se trasforma en punto de referencia del pensamiento teológico», puntualizó Benedicto XVI. De ahí su llamamiento a que, como san Bernardo de Claraval, reconozcamos «que el hombre busca mejor y encuentra más fácilmente a Dios “con la oración que con la discusión”».
«Al final, la figura más auténtica del teólogo y de todo evangelizador es la del apóstol Juan, que reposa su cabeza en el corazón del Maestro», profundizó.
Y es que el verdadero conocimiento de Dios –para san Bernardo- «consiste en la experiencia personal» de Jesucristo y su amor, cosa que «vale para todo cristiano» –advirtió Benedicto XVI-, porque «la fe es ante todo encuentro personal, íntimo con Jesús; es tener experiencia de su cercanía, de su amistad, de su amor, y sólo así se aprende a conocerle cada vez más, a amarle y a seguirle».
Marta Lago (Ciudad del Vaticano) – 21-10-09