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Peregrinación a los santuarios de Nuestra Señora de Altötting (Alemania) y Einsiedeln (Suiza)

Nuestra Parroquia ha organizado en el pasado mes de agosto, entre los días 20 a 27, una Peregrinación, como en años precedentes, a santuarios marianos. Este año a Altötting en la Baviera alemana y Einsiedeln en Schwiz, el corazón de Suiza.

La Peregrinación ha tenido un fin principal: acudir a rezar a la Virgen en los santuarios marianos indicados, y complementariamente visitar ciudades de su entorno y descubrir en ellas su historia, cultura y las bases de su religiosidad. En Alemania y Suiza conviven dos religiones cristianas: el catolicismo y el protestantismo, que en los lands o regiones de Alemania (Baviera y Baden-Wutemberg) y Suiza que visitamos representan del orden del 50% cada una de ellas, de lo cristianos allí practicantes. En Alemania es obligatorio declarar por ley que religión se practica, para que el estado asigne a cada confesión religiosa los impuestos que sus practicantes declaran, y que representa el 10% de las rentas. Ello permite que la Iglesia Católica alemana, con los fondos que recibe, mantenga los templos muy bellos y en un magnífico estado de conservación, además de ayudar a otras iglesias católicas nacionales de países menos desarrollados

Partimos el lunes día 20 un grupo de peregrinos de Torrelodones y El Pardo con D. Miguel Antonio a la cabeza. En total 30 personas, acompañadas de una guía llamada Mari Lluc, mujer culta y servicial que nos ha hecho muy agradable el viaje. Llegamos a Frankfurt y nos trasladamos a Nuremberg, donde nos alojamos la primera noche.

El martes 21, después del desayuno, realizamos una visita panorámica de la ciudad de Nuremberg, en el land de Baviera a orillas del río Pegnitz. Su casco histórico medieval tiene un atractivo especial y está rodeado por una muralla. La ciudad es muy conocida por su impresionante mercado de Navidad, que recibe la visita de dos millones de personas en este tiempo, y por haber sido escenario de los juicios contra los líderes nazis, finalizada la II Guerra Mundial.

Terminada la visita nos dirigimos a Munich, donde almorzamos y visitamos la ciudad, incluida su Villa Olímpica. Munich es la capital del Estado de Baviera y está considerada como la ciudad con mejor calidad de vida del país. Celebramos la Santa Misa a las 5 de la tarde en la Iglesia de St.Wolfgang, y después dimos un paseo por la ciudad hasta el momento de la cena

Iniciamos el miércoles día 22 con una visita al primer campo de concentración de Alemania: Dachau. En sus 12 años de existencia (1933-1945) constituyó el modelo de los 22 campos de concentración y 12 de exterminio que los nazis llegaron a construir. Si bien se conservan o han sido reconstruidas solo parte de sus instalaciones, sin esfuerzo se percibe la barbarie y atrocidad que supuso para los seres humanos allí internados, y hasta que punto el hombre puede llegar a hacer el mal cuando el maligno se apodera de su corazón.

Terminada esta visita nos dirigimos a Altötting. Esta pequeña ciudad cuenta con dos centros de peregrinación al que acuden multitud de peregrinos: el Santuario Mariano, dedicado a Nuestra Sra. De la Merced, que es el más importante de Alemania, y la Iglesia de San Konrad, de los PP. Capuchinos, donde celebramos la Santa Misa, y en la que una vez finalizada, y por deferencia de estos religiosos, nos dieron a besar la reliquia del Santo, muy conocido y venerado por esas tierras.

Después de comer visitamos el pequeño y bello Santuario Mariano de la Virgen Negra de Nuestra Sra. de la Merced bajo la dirección de los PP. Capuchinos. Su historia se remonta al año 1489 cuando un niño ahogado en el río vuelve a la vida, gracias a la intercesión de la Virgen María. Desde entonces más de un millón de peregrinos visitan cada año el Santuario para venerar a la Virgen con el Niño en brazos, representada por una talla de estilo gótico del siglo XV.

Después seguimos hacia Regensburg, o Ratisbona en español, situada en la confluencia de los ríos Regen y Danubio, cuyo casco histórico-medieval es Patrimonio de la Humanidad desde el año 2006, y en la que el Papa Benedicto XVI impartió el 13 de septiembre de 2006 un importante discurso sobre la relación entre fe y razón como base del diálogo entre culturas y religiones; discurso que tuvo y mantiene aun una gran trascendencia. Señalar que en 1545 ó 1547 nació en esta ciudad Don Juan de Austria, hijo natural de Carlos V y Bárbara Blomberg, y que en la Edad Media fue el centro político del Sacro Imperio Romano Germánico.

El jueves 23 visitamos en primer lugar Fussen, ciudad bávara al pie de los Alpes, muy cerca de la frontera con Austria. Aquí el Rey Luis II de Baviera, conocido como “el rey loco”, edificó el castillo de Neuschwanstein en un lugar privilegiado, en un entorno de cuento de hadas, tanto es así que Walt Disney lo tomó como modelo para su película “La Bella Durmiente”.

Después de almorzar y visitar el castillo partimos hacia la Abadía benedictina de Ottobeuren, dedicada a Santa María y fundada en el año 764; es conocida como El Escorial de Suabia. Son famosas su Basílica y Biblioteca de una belleza extraordinaria, consideradas joyas del barroco y rococó. Posee un magnifico órgano, uno de los mayores de Europa, construido entre 1717 y 1775. En el altar izquierdo de su bello crucero celebramos la Eucaristía. Concluida la misa y tras una breve visita seguimos viaje hacia Dornbirn (Austria), donde nos alojamos.

Continuamos nuestro peregrinar el viernes 24 visitando, en primer lugar Lindau, ciudad bávara a orillas del Lago Constanza, cuyos inicios se remontan al siglo I siendo fundada por los romanos; recorrimos su centro histórico y disfrutamos del paisaje espectacular que ofrecía el Lago Constanza.

Continuamos viaje a Vaduz, capital del principado de Liechtenstein, situada a orillas del Rhin, y sede de su arzobispado. La mayoría de los habitantes de este pequeño país, son católicos. Vaduz es considerada como una de las capitales económicas y sede de uno de los “paraísos fiscales” más prósperos del mundo.

Después de comer emprendimos viaje hacía Einsiedeln, ciudad suiza del cantón Schwyz, para visitar su Monasterio benedictino, considerado el mejor ejemplo del barroco en Suiza y centro espiritual del país. Miles de peregrinos vienen desde hace siglos a rezar a la Virgen Negra de una gran belleza, ubicada en precioso camarín en la entrada de la nave central de su Basílica. Tuvimos el privilegio de participar con los frailes en el rezo de Vísperas con sus cantos gregorianos, que culminaron con una Salve preciosa en el camarín de la Virgen, cantada en gregoriano, y entonada de una forma exclusiva de este Santuario. A continuación celebramos la Santa Misa en la cripta del Monasterio. San Josemaría era muy devoto de esta Virgen y visitó el Santuario en varias ocasiones.

Iniciamos una nueva jornada el sábado día 25 visitando temprano Zurich, donde habíamos pernoctado, principal ciudad de Suiza, próxima a los Alpes. Es el motor financiero y centro cultural del país, habiendo sido galardonada con el titulo de ciudad con mayor calidad de vida en el mundo en los años 2006 y 2008.

A continuación nos esperaba Lucerna, centro económico, cultural y social de la Suiza central. La ciudad se levanta a orillas del Lago de los Cuatro Cantones y cerca de los montes Pilatus y Rigi de los Alpes. Es la ciudad más turística de Suiza y está atravesada por el río Reuss. Pudimos contemplar la escultura en roca viva de “el león moribundo” uno de los monumentos más famosos de Suiza y su puente de madera de 1333, ahora reconstruido, que conserva pinturas originales salvadas de un incendio.

Después de comer visitamos el Monte Pilatus, macizo montañoso de los pre-Alpes suizos; su cima está a 2132 metros y es una de las mayores atracciones turísticas de Lucerna. Se accede a su cumbre mediante un tren de cremallera con pendiente máxima del 48%, que nos llevó a la cima, pudiendo apreciar, a pesar de la niebla, la belleza de su entorno, tanto en el ascenso como en el descenso realizado en teleférico, y la grandiosidad de la obra del Creador.

Acabada la visita nos dirigimos a la Iglesia de San Leodegar im Hof para celebrar la Santa Misa, y una vez terminada al hotel para cenar y descansar.

El domingo 26 de agosto partimos de Lucerna, atravesando la Selva Negra, hacia las cataratas del Rhin. Son el mayor salto de agua de la Europa Central, con 150 metros de ancho y 23 metros de alto. Pudimos contemplar el impresionante y bello espectáculo de sus aguas bravas. Tras la visita y comida continuamos hacia Friburgo, en cuyo casco antiguo admiramos su catedral y su centro histórico, con sus famosos pequeños canalillos que discurren a lo largo de sus calles, originariamente destinados a sofocar incendios.

La ciudad se considera una puerta de entrada a la Selva Negra y se la conoce por su clima cálido y soleado. Destaca por su carácter universitario y es considerada como capital ecológica del país. Fue fundada en 1120, siendo destruida durante la Guerra de los Treinta Años en el siglo XVII.

Finalizada la visita, nos trasladamos a Ludwigshafen ciudad de la química alemana próxima a Heidelberg, donde nos alojamos después de celebrar la Eucaristía en la Iglesia de Nuestra Señora, y en la que pudimos visitar una replica de la capilla de Nuestra Señora de Loreto.
En nuestra última jornada, el lunes día 27, nos dirigimos hacia la bella ciudad de Heidelberg, visitando en el camino el palacio Sloss, en Mannheim, considerado como el Versalles alemán.

Llegados a Heidelberg, visitamos la ciudad: su castillo, el puente viejo, una iglesia protestante y otra católica, religiones que aquí conviven en armonía. Después de pasear por su calle peatonal, muy comercial, de más de un kilómetro de larga, tuvimos la celebración de la Eucaristía en la Iglesia de St. Alberto. A continuación almorzamos y nos trasladamos al aeropuerto de Frankfurt, donde embarcamos hacía Madrid, llegando a Torrelodones ya cerca de las 12 de la noche.

Llegó entonces la hora de las despedidas, los comentarios de lo bien que habíamos estado, el agradecimiento a D. Miguel Antonio por la esmerada preparación de la peregrinación y su esfuerzo y dedicación, y también el deseo de todos de poder repetir otras experiencias en próximas peregrinaciones, dando gracias a la Virgen por el don de haber podido visitarla en ambos santuarios yen los diferentes templos en los que con nuestro Párroco celebramos todos los días la Eucaristia, y aprovechando los desplazamientos el rezo del Ángelus y el Santo Rosario, lo que acentuaba cada vez más el sentimiento de hermandad de los peregrinos, y el agradecimiento al Señor por los dones recibidos.

Un peregrino