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Sao Paulo se blinda y se engalana para recibir a Benedicto XVI

sao-paulo.jpgEl dispositivo de seguridad es mucho mayor que el utilizado en la visita de Bush a Brasil.Sao Paulo- «Blindada» y adornada para una fiesta, la gigantesca metrópolis de Sao Paulo está ya lista para recibir a Benedicto XVI en su primera visita a Brasil. Los 5.000 carteles de bienvenida distribuidos por la ciudad con una foto del Papa bajo el mensaje «Sao Paulo te acoge» y el gigantesco escenario instalado en el aeropuerto de Campo de Marte para servir de altar a la misa multitudinaria del 11 de mayo, reflejan la expectativa de los fieles del «mayor país católico del mundo», por la llegada del Pontífice.

Sin embargo, en este escenario, la pasada madrugada los operarios seguían trabajando a contrarreloj en jornadas de 14 horas. Bajo la luz de la luna y escoltados por guardias de seguridad que, fusil en mano, velan por su integridad, soldadores como Paulo Roberto no parecen disgustados: «Gracias a Dios hay trabajo. Estoy contento por la visita del Papa, como creyente me reconforta, pero además agradezco la ayuda económica que supone su llegada. No me importa el horario después vendrán tiempos peores», nos comenta Roberto.

Donde también se ven preparativos de última hora es a unos metros de distancia, en el monasterio benedictino de San Benito, el lugar más antiguo de Sao Paulo, donde se alojará el Santo Padre. Mientras una bandera amarilla y blanca del Vaticano ondea desde una de sus torres, el ruido de las sierras mecánicas daba ayer los últimos retoques a los trabajos de restauración y acondicionamiento del lugar.

El sol pega fuerte al mediodía en otro de los emblemáticos enclaves de Sao Paulo, la Plaza de la Sede, donde decenas de comerciantes locales, esperan obtener ganancias sustanciales vendiendo recuerdos de la visita papal en forma de CDs, monedas, llaveros, gorras, camisetas y otros objetos. Uno de los muchos limpiabotas que ocupan la plaza, se define como católico y afirma que esta visita era necesaria. «A veces llega gente de otras religiones y nos advierte que la Iglesia se ha olvidado de nosotros, que se ha vuelto elitista y europea. Ahora el Papa nos recuerda que somos una prioridad dentro del catolicismo», afirma sonriente. Pero al aterrizar hoy para iniciar su visita de cinco días a Brasil, Benedicto XVI encontrará un ambiente menos entusiasta que el existente en el país hace casi una década, cuando su antecesor, Juan Pablo II, realizó su tercera y última visita al país.

Mientras que su carismático antecesor era una especie de héroe popular en Brasil -donde era conocido como «Juan de Dios»-, el actual Pontífice aún no ha logrado ser conocido entre gran parte de los brasileños. Una encuesta reciente reveló que incluso más de la mitad de los brasileños ignora el nombre del Papa.

El papamóvil más blindado

El dispositivo de seguridad es el más grande que se ha utilizado nunca en la historia de Brasil e incluye 10.000 policías, helicópteros, aviones, fusiles y equipos con cámaras de vigilancia y detectores de metales, por los cuales tendrán que pasar incluso los obispos y cardenales locales que se acerquen al Papa.

El dispositivo bautizado como «Operación Arcángel», supondrá un coste de dos millones de euros para las autoridades brasileñas y serios trastornos para los paulistas que verán como el ya de por si complicado tráfico de la ciudad empeora. El coronel César Augusto Moura, portavoz del Comando Militar Sureste del Ejército de Brasil explicaba que «el operativo de seguridad será mayor que el que se utilizó durante la visita de Bush el pasado mes de marzo, por una razón: el número de personas que asistirán a los eventos será muy superior. Nadie, excepto el Papa, es capaz de reunir a un millón de personas», cifra que se espera alcanzar en el encuentro multitudinario con los jóvenes brasileños.

Ángel Sastre Enviado Especial (La Razón)