¿Cómo sería San José?

Yo me lo imagino joven, fuerte, quizá con algunos años más que nuestra Señora, pero en la plenitud de la edad y de la energía humana. Es Cristo que pasa, 4.

José era un gran cariño de Jesús. Procurad tener una devoción tierna, fina, cariñosa. A mí me gusta llamarle: nuestro Padre y Señor. Acudamos a José; y, por él, a María; y, con los dos, a Jesús. Cogeos -¡bien cogidos!- de la mano de JOSÉ y de María, y entonces veréis a Jesús. Memoria del Beato Josemaría, 258

San José, Padre de Cristo, es también tu Padre y tu Señor. —Acude a él. Camino, 559

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