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Aula de Actualidad: La muerte digna. El gran dilema

El lunes 9 de octubre de 2017, a las 20,30 h., en el Salón de Actos del nuevo CENTRO PARROQUIAL, tuvo lugar la trigésimo quinta conferencia del AULA, con la que se da comienzo a su cuarto año de vida. 

Ver conferencia íntegra, pinchando: AQUÍ

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El tema de hoy lleva por título “LA MUERTE DIGNA. El gran dilema” y su ponente es nuestro vecino D.RAFAEL ALVAREZ AVELLO, de 48 años, casado y con tres hijos, abogado y profesor universitario, que es y se declara ESCRITOR.

Confía en el poder de la narración y por eso escribe libros, uno de los cuales escrito con su hermano JOSÉ MANUEL, médico, trata profundamente del controvertido tema que nos ocupa.

Comienza diciendo que por muerte digna se puede entender la no prolongación de la vida por medios artificiales al aceptar la realidad de la muerte, pero también se puede entender por muerte digna, la provocación de la muerte, la eutanasia o incluso el suicidio asistido.

Argumentos para aprobar una ley pro-eutanásica:

1.- ¿Qué sentido tiene el dolor de un enfermo agónico o de un enfermo terminal?

2.- La vida es un derecho, pero no una obligación. Si no quiero vivirla, nadie puede exigir que la

viva.

3.- Las leyes que permiten la eutanasia en otros países lo son de forma que solo se aplicará a quien la quiera.

La eutanasia ACTIVA es la que se practica para ocasionar la muerte y la PASIVA se relaciona con la llamada desconexión y, en definitiva, provocar la muerte de una persona por suponer que es mejor que vivir en malas condiciones.

ADECUACIÓN TERAPÉUTICA.- Consiste en la retirada de técnicas de asistencia vital, la desconexión en últimas circunstancias, pero dejando que el final llegue de forma natural.

Es moralmente aceptable que en un testamento vital se diga que no nos enchufen para prolongar la agonía.

Es muy corriente en los enfermos oncológicos recibir ciclos de quimio hasta el último día, aun sabiendo los médicos que no hay solución. En estos casos hay dos opciones:

– Sedación eutanásica del agónico, que les quita la vida.

– Sedación paliativa, que les alivia el dolor por pérdida de conciencia y propicia un doble efecto: evita el dolor y puede acortar la vida del paciente, pero que muere de su propia enfermedad.

POSTURA DE LA IGLESIA CATÓLICA.– El punto 2277 del Catecismo, dice: “Cualquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable”.

El punto 2278, dice: “La interrupción de tratamientos médicos onerosos, peligrosos, extraordinarios o desproporcionados, es rechazar el encarnizamiento terapéutico. Con esto no se pretende provocar la muerte; se acepta no poder impedirla.”

El punto 2279, dice: “Aunque la muerte se considere inminente, los cuidados ordinarios debidos a una persona enferma no pueden ser legítimamente interrumpidos. El uso de analgésicos para aliviar los sufrimientos del moribundo, incluso con riesgo de abreviar sus días, puede ser moralmente conforme a la dignidad humana si la muerte no es pretendida, ni como fin, ni como medio, sino solamente prevista y tolerada como inevitable. Los cuidados paliativos constituyen una forma privilegiada de la caridad desinteresada. Por esta razón deben ser alentados”.

CORRIENTES DE PENSAMIENTO:

– Valor RELATIVO: Utilitaristas, que consideran el balance entre costes y beneficios.

Autonomistas, que respetan la voluntad del enfermo.

Contractualitas, que establecen un acuerdo de convivencia y autoridad moral.

– Valor ABSOLUTO: Teoría personalista.

Llegamos a la llamada pendiente resbaladiza que discurre así:

1.- Adecuación terapéutica.

2.- Sedación del agónico con fines eutanásicos.

3.- Eutanasia a un terminal no agónico.

4.- Eutanasia a un enfermo NO terminal NI agónico, con “mala” calidad de vida.

5.- Eutanasia a quien tenga mala calidad de vida, aunque no sea enfermo terminal ni agónico.

Se practica la eutanasia por sufrimiento, por dolor y por hastío de la vida.

 

CUATRO ARGUMENTOS PARA CONTRARRESTAR LA EUTANASIA:

1.- Cuando se permite algo, continuamente se amplía su uso.

2.- Las leyes eutanásicas no se cumplen correctamente y son ineficaces. Requieren la voluntad del enfermo, estar en fase terminal y consultar a varios facultativos.

3.- La legislación no garantiza la voluntad de cumplirla, incitan, pero no protegen.

4.- Ofrecer una solución de cuidados paliativos para aliviar los últimos sufrimientos.

Hay que volver a los valores de fraternidad y compasión, no acelerar la muerte, pero tampoco alargarla. El ser humano es social y dependiente, necesita amar y ser amado, por eso nos unimos en el dolor.

Podemos definir la MUERTE DIGNA como: AYUDAR A VIVIR MIENTRAS SE MUERE.

Tras un coloquio se despidió al ponente con fuertes aplausos.